sábado, 15 de enero de 2011

A CONTINUACIÓN SE DARÁ UNA BREVE RESEÑA DE ALGUNAS MATEMÁTICAS DE LA HISTORIA;

La primera mujer matemática de la Historia es casi tan antigua como el mismo término, atribuido a Pitágoras. La vida de Pitágoras está envuelta en la leyenda. Nacido en la isla de Samos, viajó por Egipto y Mesopotamia, y por fin se afincó en Crotona, al sur de Italia. Los pitagóricos constituían una sociedad secreta de carácter religioso y filosófico, en la que la propiedad era comunal, y hombres y mujeres disfrutaban de los mismos derechos. Una de las 28 discípulas de Pitágoras era la joven Teano, la hija de Milón, el Rey de Crotona y vencedor en 12 Juegos Olímpicos. Al parecer, la alumna más brillante, que acabo casándose con el maestro, y tras la muerte violenta del mismo, acabó dirigiendo la Orden Pitagórica.





Hypatia de Alejandría nació en el año 370 d.C. Su padre, Teón de Alejandría, dedicado completamente a la recomposición de las más celebradas obras científicas, la inició muy pronto en el mundo de las matemáticas y la convirtió en profesora de la Escuela de Alejandría, donde además de matemáticas explicaba doctrinas filosóficas y llegó incluso a ser directora.
En el año 415 fue víctima, sin embargo, de una turba de cristianos que, alentados por el obispo de la ciudad, la martirizaron y mataron en plena calle, llegando al punto de ensañarse con su cuerpo después de muerta.


Casada a los 19 años con el marqués de Chatelet, 11 años mayor que ella y militar de profesión, se puede decir que Emilie du Chatelet.
Su contribución científica más importante fue la traducción del latín al francés de los Principia Matemática de Newton, que derribaban las teorías de Ptolomeo sobre las leyes del universo y son considerados por muchos como el libro de mayor importancia científica jamás escrito, para lo cual necesitó naturalmente instruirse notablemente en geometría y astronomía.


Hermana mayor en una familia de 20 hijos, María Agnesi nació en Milán en 1718.


Concentró también sus esfuerzos en instruir a sus hermanos, experiencia que fructificó en un libro de texto para jóvenes, Instituciones analíticas al uso de la juventud italiana, con el cual se ganó un reconocimiento general bien merecido. En él explicaba propiedades de las curvas empleando el cálculo: descubría sus máximos, mínimos, puntos de inflexión, tangentes, etc. Es de destacar su estudio sobre una curva de tercer grado, curva de la hechicera o curva de Agnesi, similar al borde de un manto que cubre a una moneda.


Nacida en París en 1776, Sophie Germain era hija de un diputado de buena posición económica, lo que le permitió disponer en su propia casa de una generosa biblioteca.
Sus trabajos más conocidos son una demostración parcial del último teorema de Fermat, y una teoría sobre la elasticidad que le valió el premio de la Academia de Ciencias y su admisión en ella; ¡era la primera mujer en ser miembro de la Academia! Hoy, un colegio, una calle, y un hotel en París llevan su nombre.


Mary Somerville (1780-1872) es un ejemplo inigualable de vocación y conformismo.
Cayó en sus manos el Tratado de mecánica celeste de Laplace y acabó traduciéndolo al inglés, pero, para entender las matemáticas encerradas en el mismo, con voluntad de hierro dedicó su poco tiempo libre a estudiar primero los Elementos de Euclides y un tratado de álgebra.
Editó también un libro sobre la relación entre las diferentes ciencias físicas que tuvo muy buena acogida.


Hija del poeta Lord Byron, Ada Lovelace dedicó su corta vida (1815-1852) a la promoción y defensa de Charles Babbage, el inventor de la máquina analítica.
Además, trabajó con De Morgan y Babbage en teoría de las probabilidades.
En su honor, ADA es el nombre de un lenguaje de programación, y a ella misma se le suele denominar la primera programadora de la historia.


Florence Nightingale (1820-1910), enfermera durante años en hospitales de guerra, fue la gran especialista en estadística aplicada a las necesidades médicas. Sus estudios permitieron, hacia mediados del siglo XIX, establecer un sistema científico de evaluación de tasas de mortalidad.


Sonya Kovalevsky, cuyo verdadero nombre era Sofia Kovalevskaia, nació en Rusia en 1850.
Hizo trabajos de investigación sobre ecuaciones en derivadas paraciales, integrales abelianas y los anillos de Saturno, y obtuvo el doctorado en 1874.
En Estocolmo escribió el trabajo Sobre la rotación de un sólido alrededor de un punto fijo, con el cual ganó el premio Bordin de la Academia de Ciencias francesa, convirtiéndose así en la segunda mujer en obtener dicho premio.


Emmy Noether (1882-1935) fue una de las más consumadas especialistas en álgebra del siglo XX; según publicó Albert Einstein, descubrió métodos que resultaron trascendentales para las generaciones de matemáticos subsiguientes y contribuyó a aclarar ciertos conceptos que luego él necesitó en su Teoría general de la relatividad.

Marie Curie, Marja Skłodowska, (conocida también como Maria Sklodowska-Curie) (7 de noviembre de 1867 - 4 de julio de 1934) fue una química y física polaca, posteriormente nacionalizada francesa. Pionera en el campo de la radiactividad, fue la primera persona en recibir dos premios Nobel y la primera mujer en ser profesora en la Universidad de París.

Fundó el Instituto Curie en París y en Varsovia. Estuvo casada con el físico Pierre Curie y fue madre de Irène Joliot-Curie (también galardonada con el Premio Nobel, junto a su marido Frédéric Joliot).

 

¿Entienden las matemáticas de sexo?

Las mujeres aparecen en la historia de las matemáticas ya en la antigüedad, y desarrollan hoy una actividad matemática mayor que nunca. ¿Por qué, entonces, no se citan mujeres matemáticas anteriores al siglo XX?

La razón es un conjunto de barreras social y culturalmente impuestas, entre las que podríamos citar:


·         Actitudes negativas no sólo acerca de su talento científico (por poner algunos ejemplos de personajes intelectualmente influyentes, valga citar que el filósofo Kant llegaba a decir que era tan posible que una mujer tuviera barba como que sintiera preocupación por la geometría, y el matemático De Morgan consideraba a las mujeres débiles y sin preparación física para actividades científicas), sino también acerca de la utilidad de las matemáticas para ellas (llegaron a aparecer incluso datos médicos que señalaban que una mujer que pensara demasiado podía sufrir desviaciones de la sangre desde el aparato reproductor hacia el cerebro)

·         Dificultades para conseguir una educación matemática (en el pasado, quizá por el papel social que le vino siempre impuesto, fue siempre raro que una mujer pensara siquiera en iniciar el arduo y difícil camino de llegar a tomar contacto con matemáticas superiores; hasta después de la 1ª guerra mundial, era normal que la mujer no pudiera acceder a puestos universitarios)

·         Falta de apoyo y comprensión para relevar a la mujer de las tareas cotidianas (el investigador matemático siempre ha necesitado grandes dosis de tiempo; piénsese, entonces, en el rol histórico de las mujeres, llevado a su máximo en el pasado: criar hijos, cocinar, coser, etc.)



Antes del siglo XX, es muy difícil encontrar mujeres matemáticas con aportaciones de primera línea.

Lo realmente sorprendente es encontrar algunas féminas  (incluso de clases privilegiadas) que en su papel de mujer y teniendo limitantes en el ámbito educativos (entre otros) llegaron a ser verdaderos modelos a seguir, e incluso las contribuciones de la mujer al mundo de las matemáticas tienen doble valor, porque se produjeron en entornos adversos, e incluso hostiles
, llegando al heroísmo.